Este blog contiene reflexiones y enlaces de alguien que se está formando como profesora de español. Se enriquecerá poco a poco...

domingo, 14 de noviembre de 2010

El desdibujado perfil del profesor de ELE.

Si pensamos en un profesor/a de matemáticas estándar caben varias opciones: el que ha estudiado exactas, ingeniería, arquitectura, económicas, incluso quizá telecomunicaciones... Si pensamos en uno de ELE también hay varios perfiles: magisterio, filologías varias, traducción, filosofía, quizá también historia u otra carrera de letras...
¿Pero no es cierto que hay quien piensa que sólo con saber la lengua española y un poco didáctica es suficiente? La enseñanza del español es hoy en día un mercado en alza y lo seguirá seguirá en tanto en cuanto la enseñanza que se practique sea de calidad y permita a los futuros alumnos aprender y mejorar... Para ello se necesitan profesores formados, motivados, entusiasmados y esforzados por hacer de su trabajo una ilusión y una actividad siempre susceptible de ser mejorada y enriquecida por otros profesionales y nuevas pedagogías.
Mi preocupación es que, en la prisa por encontrar una vocación o sustento, se apunten al carro pseudoprofesores de ELE, cuya lengua es materna español pero que carecen de los instrumentos necesarios para enseñar idiomas.
Algo así ha pasado en Noruega, donde la demanda de profesores de español es tan alta como el número de alumnos que abandonan su aprendizaje por descontento con los conocimientos adquiridos.
¿Qué necesitamos para ser profesores de ELE? Esto parece fácil de contestar, pero la respuesta más abstracta y con muchas respuestas posibles que yo planteo es: ¿Qué hay que hacer en clase para ir creando en nuestros alumnos, de manera clara y ordenada, conocimiento significativo de nuestra lengua?

6 comentarios:

  1. En primer lugar creo que una buena base académica y pedagógica es fundamental para cualquier profesor, tanto de español como de matemáticas.
    He tenido profesores que sabían mucho de su asignatura pero no sabían trasmitir, no sabían enseñar (no eran capaces de darte una mínima orientación de cómo debías buscar información y aplicarla al tema).
    Desde mi punto de vista hace falta algo más que ser nativo para dar clases de un idioma (si se quiere ser un buen profesional, motivar al alumno y darle una buena base para su formación dentro y fuera del aula).

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  2. Un buen profesor de ELE, como dice Ana, tiene que tener la base académica y tal vez una preparación práctica exclusiva para aprender las técnicas que las dificultades en nuestra lengua requieren. Después ser un buen comunicador y tener empatía con tus alumnos. Luego, al ruedo.

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  3. Gracias por vuestras aportaciones!!! Ojalá que gracias a esta conciencia de profesionalidad, la enseñanza de ELE sea sinónimo de enseñanza de calidad y motivación.
    Vamos a formar parte de los pocos sectores que no parece amenazado ni por la crisis ni por la técnica... Qué guay ¿no?? Tenemos que estar contentas y orgullosas por ello.

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